El estruendo del viento en la palmera
me anuncia que el otoño esta muy próximo;
demasiado cercano.
No obsta ello
para que en mi corazón
el ave del paraíso
luzca su plumaje fastuoso
cuando te miro o te rememoro.
Es un fragor (el del viento)
que no perturba en mi
la lozana tersura de manzana
con que de continuo me alimentas.
Bambolea sí, sus palmas,
gimotea y se conduele,
causa tristeza su rumor,
mas no altera la fresca claridad de las flores,
perdurable por todas las primaveras
que, juntos, por vivir nos quedan,
por el deseo de que sean muchas.
Es un viento que esta subiendo a las montañas,
que deambula por los caminos,
que recorre las arboledas,
que sopla por las playas,
y viene a vivificarse en nuestro sentimiento
como una mortal sensación.
Quiere ese viento que me doliese,
provocar mi empatía hacia su pesar...,mas no hay sitio,
tu lo tienes todo ocupado,
todo esta lleno de banderas,
de papeles de colores, de guirnaldas,
de celofanes, de cuentos ilustrados,
de canciones, de galerías floridas,..
..de tus grandes ojos,
de tu sonrisa inmensa,
de tu amor.