Viniste, ignorante tu,
a desprenderte de todo lo impuro,
de cuanto se ocultaba y daba muerte a lo increado.
Se hundió el conocimiento aprehendido
como la hoja en el agua turbia de la oscuridad
a fin de que lo no visible escapase de la nada
y se mostrase como luz al mundo.
De la paloma amortajada
extrajiste al ángel de la muerte
con el propósito
de que las alas de la luz
diseñaran palabras primigenias, ígneas,
el imperecedero
sentido de la creación,
el dolor y la misericordia del misterio de ser,
por y a través de la palabra, vivo, existente.
Y solo conociste el rictus amargo
del luchador forzado a no conocer la victoria.
Ya se echaba de menos una actualización poética en el blog. Pero ha merecido la pena la espera. Un poema esotérico y dérmico como la piel del universo que nos recubre. Enhorabuena
ResponderEliminarGracias, amigos. No ha sido facil volver, pero poco a poco lo iré haciendo. Gracias por vuestras palabras.
EliminarUn abrazo.
Hola, Perfecto:
ResponderEliminarEsperaba silenciosamente tu actualización y fue "agónica".
-Lo no Creado tiene sabor a vida y en algún momento conoce la victoria.
Con el cariño de siempre.
Hola Elsa:
EliminarCuesta a veces volver, pero las situaciones se van superando. Y aquí estoy de nuevo.
Confiemos en que la victoria asome las alas algún día. Sin embargo, soy de los que prefiere no confiar en ello, y si aferrarme solo al combate.
Correspondo con igual cariño, que sabes te profeso.
Conocer la intensidad de lo vivido como un largo camino hacia la victoria.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, José Manuel:
EliminarPues sí, vivir es algo que bien merece la pena hacerse con intensidad, y como dijera alguien, hacia la victoria siempre.
Un abrazo.
Que sensibilidad para develarnos el desamparo de ese otro que ha inspirado este desolado poema. ¡BIENVENIDO A LA BREGA NUEVAMENTE PERFECTO! MI AFECTO DE SIEMPRE.
ResponderEliminarHola Leticia:
ResponderEliminarMe produce alegría volver a responder un comentario tuyo. Siempre los aprecio. Te doy las gracias por estar siempre ahí.
Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMi querido Caballero, me alegro de su vuelta, que no sé cómo se me pasó sin darme cuenta.
Es largo el camino, pero es bello y hay que andarlo, se gane o se pierda.
Espero verle más a menudo por estos lares, no se vuelva usted tacaño con su bella y siempre dicente poesía.
Le dejo un abrazo grande y mi admiración.
También las gracias por su lectura y palabras allá en mi senda.
Ío
ResponderEliminarOlvido mencionar su encuentro poético en Navética, espero y deseo que fuera un precioso evento, rodeado de arte, y que disfrutara en él.
Otro abrazo, Perfecto.
Ío
no sé porqué blogger se traga ciertos comentarios y otros no
ResponderEliminarpero a este poema tuyo recuerdo haberlo comentado y nunca apareció lo escrito
en fin como aquella vez lo escribí (primeros días de mayo)
te comento que a veces los caminos se hacen , se viven y se palpan profundamente
a veces todo ello no es suficiente y seguimos ciegos a algo que trasciende y no siempre hay tiempo para otra vez volver a recorrerlos
besitos y buen fin de semana Perfecto