Perfecto Herrera









lunes, 21 de diciembre de 2009

ODA A LA ONDA


Oda a la onda

“de tus ojos a los míos el sol se deshoja”
Tristán Tzara

La aurora
recoge espejos
de las profundidades
de la bahía,
donde encontraron anoche
un cuerpo ya purpureo.
Mástiles lejos
hieren el cielo
y la pupila de las miradas.
Islas imaginarias
sueñan en una quietud
de gaviotas expectantes.

Del cuadro,
no se sabe que alta marea ha traído,
entre tanta suave ola,
una onda cual escama de pez.
En su instante de existir
se irisan las magias
de depresiones de aire libre
y fondos marinos;
de su hilo azul
madura una duda negra
que humea en espera del sol;
en su dulce curva
nace la palma de una mano,
depresión que alumbra
las arcadas de tu corazón,
la cama amanecida con tu ausencia.

Onda instantánea,
alzada por un rosario
de escondidos congrios y caballitos de mar,
destinada a desaparecer
en las procesiones allá abajo
donde la caracola
moldeará con ella
su nácar áureo.

El mar, en su mansedumbre de mantos,
dispone su tartamudez
en tu curva oscilante
que podría cobijar
el bajel de mi yo perdido.

¿Modulas, oh onda, el perfil
de las profundidades,
o, solo muestras al cielo
la teoría de la relatividad?
¿Enseñas a los delfines
como reflejar la luz
en sus espaldas satinadas,
a las nubes a descomponer
sus curvaturas
para cuando se acerque
el crepúsculo?

Yo,
en mi iris
ya te copio,
en tu breve existir
ya me desvanezco,
y como el mar,
solo aspiro a dejar
una onda como tú,
de una estela de trainera
que se aleja.

viernes, 18 de diciembre de 2009

MELANCOLIA ENTRE LOS NARDOS


Melancolía entre los nardos


Melancolía entre los nardos
traída por los cielos otoñales,
y con ella, el perfume amargo
de tus traiciones.

¡Amargura me trajiste,
inmensa amargura!

La sensatez se fue como el agua río abajo,
hoy me es hostil el pan seguro,
y por no cumplirse, ni el mas olvidado brindis
verá cumplido su designio.

Mis comensales en la aurora,
huertos lluviosos y muerte paciente,
ríen sobre mi mirada cenicienta.

¡Pues si no supiste amar lo que ofrecía,
porqué turbaste la paz de mi contento!.

COMO


¿Cómo me amaste
y me olvidaste tan prontamente?

Aquellos días entre mis brazos,
Aquellos besos,
¿no han dejado huellas,
los ha diluido el agua?

¿O, acaso, no me amaste?.
¿Buscaste un cuerpo,
Y solo un cuerpo abrazaste?.
¿No hallaste el amor en mis labios?.
¿Solo fui un cuerpo?.
¿Para nada te interesó la persona que me habitaba dentro?.

CUANDO PASE EL TIEMPO


Foto de Antonio Callejón Rodriguez, a quien agradezco su autorización para publicarla


34


Cuando pase el tiempo
volveremos la vista hacia la tierra,
nuestra tierra primera,
la propia, la íntima,
la de los montes pelados:
launa, romero, espliego,
aires de rapaces y palomas,
adelfales en las ramblas,
inmensas galerías de verdes parrales,
fuentes de aguas frescas
de donde manó primeramente
todo un sentido de la vida y la muerte.
Allí conocimos la plenitud de la existencia,
amamos por primera vez,
ardió el ansia de Dios y la justicia,
sufrimos con el pobre
y con todas las grandezas y miserias
de la condición humana.
Allí recibimos y despedimos
ascendientes y amigos,
conocimos el júbilo de nuestros pocos años,
la fuerza y el vigor de un cuerpo joven.

Nuestra tierra no es solo tierra,
es moya de pan candeal,
es una luz cenital que nos alumbra cada día con la aurora.
¡La Virgis romana, la Virgis de las fuentes¡.
A ti te pregunto por Riguarte.
¿Sigue recostada Benejï?
?Que se hizo de mi amado Alcaudique¿.
¿Siguen los barriles oliendo a uvas y tinta?.

Seguro que mis almendros seguirán floreciendo en Enero
y la Sierra de Gador seguirá descansando
su jurasica compostura frente al mar y el cielo.

jueves, 17 de diciembre de 2009

UN MOMENTO


UN MOMENTO




Ya se que paseas por el mar,
Que tu sombra boga por el agua,
Que el resplandor de tu rostro
No solo te lo da la luz
Movida por las ondas;
Que llevas en tu persona
La gracia, la azucena plateada
De tu sonrisa.

Yo te miro, te veo distraída,
Te paras en todo,
Tu mano, la mano mía,
Se va parando en la arena,
En todo lo que es y sientes bueno.

Y yo te veo, y me siento, momentáneamente, sin ti.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

CUANDO PASE EL TIEMPO


24


Cuando pase el tiempo,
las únicas batallas
que querré, serán mezcla,
por decirlo tontamente,
de ajedrez y agricultura.

Mientras crecen las hojas del nogal,
el rey blanco, bajo su tronco umbroso,
observará sobre el campo
la estrategia.

Las dos damas,
aguerridas y fieras,
recogerán cestas de azahar
en un juego de posiciones
sin precedentes.

La apertura aún no se habrá decidido,
ni aún se habrá resuelto cortar la hierba.
Entre las malvas, de reojo,
se observaran los peones
lanzándose, enfrentados,
espigas verdes.

Sobre la torre blanca
un ruiseñor habrá puesto su nido,
y, embozado por la enramada,
defenderá, desafiante,
su linaje
del alfil negro.

Será abrir la tierra
y a cada golpe de azada,
se movilizará el tablero entero:
para preparar la sementera
los caballos traerán estiércol,
los peones plantarán semillas:
de berenjenas los negros,
de albahaca los blancos;
y mientras se aleja la guerra,
un alfil blanco, espada en ristre,
cortará las cañas de la ribera.

Será regarse los bancales
y anegarse la tierra,
y las torres correrán prestas
y se subirán a las higueras.

No habrá batalla que empiece
ni flor que crezca,
sin que el rey negro promulgue
sin que el rey blanco sancione.

Y mientras haya té verde para los jugadores
no habrá enroque con hierba buena
no habrá gambito de dama
ni apertura española.


martes, 15 de diciembre de 2009

CUANDO PASE EL TIEMPO


15


Cuando pase el tiempo
la sombría noche envolverá mis ojos:
todo será nada, oscuridad, tiniebla.
Espero que aun existan las estrellas
y alumbren el firmamento,
que la estrella polar
todavía me diga
allá esta el Norte,
y yo adivine el Sur,
el Este y el Oeste.
Podré ir ordenando el universo:
aquí pongo el planeta, acá el río,
más allá la montaña,
el árbol reverdecido,
el mar,
los peces refulgentes,
los pájaros,
la ciudad,
la gente,
Tu,..

..y, contigo, no sabré si el cosmos es completo
o, si de creador,
en tu presencia, en tu existir,
seré criatura,
me hallaré a mi mismo creado,
colmado, pleno, eterno,
casi cristal puro.

lunes, 14 de diciembre de 2009

ISAIAS


ISAIAS

Cuando aún no acabábamos de vislumbrar
La luz del fanal que traspasaba sus ojos turbulentos,
Aquella luz con que nos interpelaba
Hasta sacárnosla del pecho,
Cuando aún no llegábamos a entender
Que, entre las sombras de su mundo creativo,
Siempre había una luz en el fondo..

..Gabriel (tal vez Isaías) se marchó,
se marchó no en carro de fuego
sino en carro de muerte.
Lo hizo de madrugada,
Cenit de sus luchas con el misterio,
Encarnadas siempre por la noche.
Lo hizo al amanecer,
Signo de la esperanza,
A pesar de sus cabellos negros y revueltos.

Dejamos de terminar, compañero,
Aquel cuadro de Quentar
Lleno de blancos y azules.
Dejamos de terminar aquella amistad,
Aquel hermanamiento de sangre e inquietudes.
Dejamos de terminar..
..¡tantas cosas compañero!.

No puedo contemplar Granada,
La tu tan amada ciudad,
Sin que la urgencia busque un aliviadero a las aguas amargas,
Sin que la desesperación y la impotencia
Sean dos piedras a las que voy dando de patadas.

Hoy todo se agolpa en el pensamiento:
Los pasos de la muerte por la Alhambra un día antes,
El sobresalto de una noticia indirecta,
El libro de “Alekos Panagulis”,
Y sobre todo una imagen clavada:
Una virgen llorando sangre el día de su muerte.

viernes, 11 de diciembre de 2009

LA INTERPRETE


La interprete

La oscuridad de tu gesto no ha de impedirme
trascender como flor de cala
cuando la lechuza de Palas Atenea
vuele al caer la noche,
no ha de frenarme
para encender un ramo de siemprevivas
con el color de mi sangre por ellas,
para estar atento a la batahola del trasmundo,
a la voz hueca de las buhardillas:
conviene descubrir el misterio
que somos cada uno.

No han de entretenerme los reflejos
plateados de ningún pájaro,
de ninguna anécdota de la trafagada calle.

Volaré libre sobre la desmesura de las arboledas
con los ojos nuevos,
propios de un hombre
dispuesto a entrar en combate.
El silencio que guardan tus silencios
tiene la sombra pegada a los pies,
es un indefinible rojo cadmio
con que se viste la guadaña del caos,
mientras las flores siguen creciendo
impasibles y seguras de si.

Tus interpretaciones no leen nada más
que el acróstico de mi universo,
no recogen sino la chasca
que alfombra mi bosque lancinante
y solo construyen ajimeces con un solo vano
desde donde solo se avizoran tus panoramas.

Versos y oraciones crearon un ajedrezado tamiz
para las vivencias, aromadas de azahar y albahaca,
con que quise unir dos caminos, que iban perdidos
hacia cordilleras de helados neveros,
y hoy se alzan al cielo en cobardes soliloquios
pues vivo en las cárcavas de tu olvido
y sigues estando en mi sin estar,
sin reparar que la alimaña que te enfrento
es superada por la alimaña que alimentas.

El canto de las vidrieras, del llantén desprendidas,
eleva sus salmódiales cristales,
cual árbol de papel,
en el proscenio donde quemo
mis últimos ocasos incendiados.

jueves, 10 de diciembre de 2009

LLUVIA TRAS LOS CRISTALES



Lluvia tras los cristales.

Aquí no hay tristeza de cristales,
solo lluvia que rasga los hilos de marioneta
del breve pasar de las gotas en el vacio.
Han roto los goznes del agua los cielos
y charcos de estrepito condenan
los sueños del jardín asaltado.

¡Escucha que letanía de estruendo y debacle!

Tanto roe la lluvia los bordes oscuros de la noche,
que los paraguas intimidan con el trépano de su quietud.
Tanto amedrentan los relámpagos
que se agrieta la avenida de la conversación,
el curso de nuestras vidas, y
se enmarañan en un cúmulo de coincidencias
los olvidos voraces, las pasiones de espadas,
los bisturís, y la glorificación de las luminosas auroras
en las astrales palmas de tus manos.

Solo lluvia, solo aguacero de tejados,
de canalones, de atarjeas anegadas
que desbrozan arterias humanas
de pensamientos turbulentos como constelaciones;
solo lluvia, hasta ser rumor
de otra noche de vigilia e insomnio.



miércoles, 9 de diciembre de 2009

POEMA DE MARIA ELEONOR PRADO MÖDINGER



Ocurre mucho esto,

sin ser devoto persignarse,
hacer un ademán en las salientes
y expirar en el acto un hálito de paz.

Y así van todos los asuntos,
salvar en un segundo la vida entera
como si de ello dependiera el sueño
reparador.


Quién sabe Isolina si en el remedo de tu enagua
elaboras sin querer los arrebatos de un sofoco
ardiente;
todo se hace hoy en día por si acaso
como firmando anticipado el cupo seguro
a una vida plena.



¡Y qué va!.
¡Yo te digo!,
nada es así de fácil,
como pecas pagas, eso dice el dicho,
si das más amor te jodes, se empalagan,
si es escaso, el lecho se comparte,
y si es así nomás entre aguas tibias
te verás nadando siempre en la inconsecuencia.




Ocurre, ¡si y mucho!
verse de repente perdido
en la soledad de una pieza fría,
en ese hielo que es el tuyo,
te persiga el alma :


“Son los tiempos modernos”, me decía la parca
mientras se rascaba la cabeza y me tragaba el habla.




Mi agradecimiento a Maria Eleonor Prado Mödinger, una gran poeta, que quiero presentar a todos aquellos amigos que no la conozcan ya. Su poesia merece una lectura detenida. Es una voz rica y diáfana, que nos ha de proporcionar un nuevo manantial de aguas cristalinas.

jueves, 3 de diciembre de 2009

LOS IDUS DE JULIO

Foto: New York 17 julio 2009

Los idus de julio

Hoy en que cabalga el caballo de la amargura,
las golondrinas son simientes de ébano en el porvenir.
Alguien destruyo sus nidos y yergue su palo contra el cielo
donde el corazón aterido trata de limpiar
las diminutas escorias que salpican el silencio.

¡Date fuego en las manos, azufre en los ojos,
levanta la glicinia sobre la columna
-pues la ha derribado el viento-,
viaja a lejanas tierras, solo y dolorido,
y que los metálicos rascacielos claven agujas
en tu sueño de versos y mandolinas!.

Ya amor mío, no espero recuperar
la cabeza cortada de la esperanza;
un feo barro se adhirió a las manos,
perdieron su brillo al ocultarse el día.
Vuelvo, pues, a deambular perdido,
entre escombros de hospitales amarillentos
donde comensales ahítos devoran las semillas.

Suenan instrumentos diminutos
en el instantáneo dolor de las mañanas
y conservan un sonido remoto de lunas sin salidas.
Vuelvo al hueco de los tragaluces
por donde mi amor sangrante
se vuelve ceniza, tempestad y miedo.

¡Que triste, amor mío, que nadie espere la vuelta
del lobo que lamió tu herida, del monstruo venenoso
que aherrojó su vida tentado por tus sierpes de tacón!.

¿Triste y derrotado, para que volver,
para que contemplar que todo se ha ido?

miércoles, 2 de diciembre de 2009

UN POEMA DE ANA MUELA SOPEÑA EN MI BLOG





ROSTROS DEL AUSENTE
*
La orfandad de las calles tiene espejos
en todos los exilios interiores,
los rostros del ausente
se reflejan en caras
que transitan ciudades con la lluvia.

Abandonados cuerpos del otoño
inician los caminos de la herida
y permiten que el hambre,
de la complicidad y la locura,
se haga con el código del mundo.

Los seres de la niebla melancólica
se desnudan con luces entre sombras,
para que el agua pueda diluirlos
en el barro de un tiempo sin naufragios.


Ana Muela Sopeña



Mi agradecimiento a esta gran poeta, por permitir que publique este poema, una pequeña muestra de su poesia, caracterizada por aunar muy diversas cualidades, que hacen de ella una sugerente voz dentro del mundo literario.