Perfecto Herrera









viernes, 26 de febrero de 2010

CUANDO PASE EL TIEMPO. POEMA 19


19


Cuando pase el tiempo,
esos bancales de naranjos
de verde oscuro satinados,
en que orfebres misteriosos
engarzaron frutos de lumbre,
volverán a la memoria
envueltos en pájaros,
aire y aguas bulliciosas
por las acequias.

Yo se que sus troncos
habrán apresado nuestros corazones
y los habrán sembrado
con sus raíces
en el mundo de los topos y las lombrices.

Cerca del Andarax
los veremos festonear sus riberas,
y, dando saltos,
subirse a los montes y mirar,
allá lejos,
hacia las estribaciones
de Sierra Nevada,
sus cumbres blancas.

Yo quiero un manto de naranjos
que me envuelva en el húmedo
abrazo de sus hojas.
Quiero ser entre ellos
otro árbol, sentir a la tórtola
anidar en mis ramas,
las gotas de lluvia
resbalar por mi tronco
y quedarme inmóvil
cuando el agua o el arado
toquen mis raíces.
Quiero que a sus sombras
coloquen mi sepulcro.
Quiero sentir
que el tiempo se quedó
entre los naranjos entretenido,
absorto en lo más húmedo,
en los cornijales de las huertas,
jugando con las esferas, con los planetas,
los satélites, los quarks
- sus frutos-
que cuelgan entre sus plumajes verdes
de dioses feraces y umbrosos.


jueves, 25 de febrero de 2010

POEMAS DE MANUEL MARTINEZ BARCIA



TAMBIÉN LAS LÁGRIMAS SE SECAN


Porque cada destino
es huella que en sus pasos se extravía,
ha dejado de llover...

Y quedaron las aguas en suspenso,
los recuerdos sin nombre,
y los sueños durmieron en la sal

Y yace en arenales
la flor del pensamiento,

porque también las lágrimas se secan.


Manuel M. Barcia



MI DULCE O INEXISTENTE GEISHA


Amo tu mirada,
porque sabe adivinar
enigmas de preguntas sin respuesta,
porque es tan solitaria como yo,
y me contempla
a través de tus ojos silenciados,
en pie de paz,
como si fuera el alma
que asoma por los ojos de una geisha
la llama del amor.

Y amo la dulzura de tus besos,
y el celo de la lluvia
cuando el agua se extiende
al abrigo de tu boca,
latiendo entre los labios
metáforas de mí con humedales.

Sin embargo desprecio
la luz de los ingratos espejismos
que me trae la memoria
murmurando detrás del pensamiento,

las voces que recelan con sospecha
que hubieses existido,

y el roce de mi cuerpo en tu vacío.


Manuel M. Barcia



PLEGARIA Y HEREJÍA

Señor de los anillos y dios de cada noche,

permite que los sueños
germinen en mi sombra
soledades unidas

Haz que vuelvan los tiempos
de paz conmigo mismo;
los vientos que se mecen
bailando con mis dudas,
del aire a mis raíces

Difícil es la senda
del lobo solitario
que vaga los caminos
sombreados de luna

Haz un círculo de mí,
que sea en él, plegaria y herejía,
o mística inexacta de un lobezno

Deja que el licántropo
de hambrientas andaduras
tan sólo sea un hombre reposado,

y un alma separada en dos mitades
en su onírica tumba.


Manuel M. Barcia

Hoy publico poemas de Manuel Martínez Barcia, gran poeta y amigo, y quiero presentarlo con la tranquila certeza de que su lectura aportará, a todos los que frecuentáis esta casa, un deleite, cual solo lo da el poder saborear un manjar excelente. Su pluma, goteante del néctar de los dioses, merece mi reconocimiento público y mi admiración, así como mi agradecimiento por permitirme que su poesía figure entre mis humildes letras. Es para mí un honor presentarlo a quienes no lo conozcáis, pocos con seguridad. Los poemas transcritos son una breve muestra de su quehacer poético, que yo he tenido el placer de seguir en su blog : http://unembrujodefuego.blogspot.com/


Gracias Manuel.

miércoles, 24 de febrero de 2010

CUANDO PASE EL TIEMPO. POEMA 3


3


Cuando pase el tiempo,
cuando el último beso se haya diluido en el agua,
cuando tus ojos se hayan unido por fin con los míos
en el olvido,
cuando nuestras fotografías
rueden amarillas por los cajones,
perdidas en la maraña de los días..

Alguien presentirá nuestra presencia
por los lugares en que vivimos:
algún alma que se pare al oír el viento.

Ya solo existiremos
en quienes nos conocieron.

lunes, 22 de febrero de 2010

ALTAS HORAS


ALTAS HORAS


Altas horas de la noche.
La luna avanzando sola por el cielo
riela sobre el plástico de los invernaderos.

Los faros penetran la carne nocturna.
El motor sufre el silencio y los luceros.

Yo impregnado y soñoliento
En viejas albahacas estelares.

El tiempo ya no existe;
mis nervios, en torno de un círculo,
se hacen eternos.

Todo lejos, ajeno.

miércoles, 17 de febrero de 2010

CUANDO PASE EL TIEMPO. POEMA 23


23


Cuando pase el tiempo
lávame con ceniza,
úngeme con aceite
y pon en mi frente un ramo de olivo.

Veo llegar enero:
las cumbres blancas, los almendros nevados,
y anhelo empezar otro año,
otra etapa.

Ya cuando subamos por febrero
consuélame en el cafetín,
tráeme nardos y tabaco.

De marzo y abril ni te hablo,
pues mayo me traerá
lluvia, celindos, nísperos,
luciérnagas que encienden el alma.

Ya me iré adentrando en junio
y comeré pan de sol,
amores lúbricos y puros
adivinados en el agua,
sueños de vides y escorpiones.

Volaré en una libélula
hacia julio e iré pasando
por los días y los meses,
añorando amores, despidiendo amigos,
terminando el año
sin tiempo para vivir de nuevo,
sin poder retroceder ni un minuto
lo vivido.

Lávame en ceniza azulada
para que la tristeza
no se me note.

viernes, 12 de febrero de 2010

AUSENCIAS


AUSENCIAS


Bella flor de la amargura.
No me hiere la pálida luz de la luna
Ni el rocío de las azucenas.

Solo las ausencias ardiendo al costado
Son heridas a primera sangre

jueves, 11 de febrero de 2010

CUANDO PASE EL TIEMPO. POEMA 48


48


Cuando pase el tiempo,
y hasta el polvo sea apenas eso:
un recuerdo del polvo,
si la consciencia, por un casual,
ha sobrevivido - ¡que broma
haber entrado en la eternidad¡-,
a pesar del momento tan serio,
no faltará el destello
de aquellas sonrisas
ante el chispeante brillo
de la broma espumosa,
de lo lúdico, del jocoso dislate:
la insistente posesión amatoria,
por ejemplo, de aquella paloma
sobre la gárgola de Notre Dame;
la imaginada lectura anunciadora
del festejo sangriento
en el Coliseo de Roma (¡hoy, gran corrida,
se lidiaran seis magníficos cristianos,
cristianos de bragada estampa
pertenecientes a la afamada ganadería
de Don Jesús Nazareno ¡);
el darle repetidas vueltas a la botella
para averiguar porqué se le llama
vino verde al vino portugués Mateus;
el imaginar los improperios
de Don Nicolás Salmerón, inmóvil
en la Puerta de Purchena, sirviendo
de diana al bombardeo, sin posibilidad
de esquiva, de las heces de las golondrinas;
el divertido cambio de estampas
en la sevillana calle de Sierpes – ¡cambio un obispo
del Palmar de Troya por un magrebí
albamente enchilabado¡ -;
la búsqueda infructuosa de la jovencita
alrededor del “Cristo Empalmao”,
sito en la Plaza Aliatar de Granada;
el adorable interés femenino
por la virginal figura –la Virgen del Traqueteo-
en el puerto de Génova
convertido en estupor cuando se comprobó
que su única utilidad era vibrar
para placer de la devota creyente;
los variopintos disfraces con que mancillamos,
en un acto indecoroso e impropio de universitarios,
a tantos ilustres patricios de las Españas,..

Redimible risa, burbujeante risa
que nunca dejó de faltar en el frutero
de nuestros días, desternillante risa
que enmudeció al reloj
cogiendo a tiempo del gaznate al cuco estúpido,
y dándonos la libertad balsámica
de los opresores minutos, segundos,
y demás raleas del dios Cairos,
en que escapamos de su acción devastadora
haciendo llevadera la rueda de las secuencias
al colgarle “santirulicos” a Su Divina Persona.

miércoles, 10 de febrero de 2010

RICTUS AMARGO


Rictus amargo

La pavesa del tabaco
-única llama de la mañana-
eleva el humo
de la melancolía.

Llueve fuera del bar
y dentro de la mirada.
Los cristales
cortan, trémulos,
el azul eléctrico
del viento en su agonía.

Desahuciado el cenicero,
la ceniza se deposita
en la herida de tu ausencia.

La pavesa, desatenta,
quema, en un lento
crepitar de desafío,
el rictus amargo de la boca.

Salgo, y no te quedas dentro,..
..tampoco estas fuera,..


martes, 9 de febrero de 2010

POEMAS DE MARIA BLANCANIEVES COVALLES




PASIÓN


Pude apreciar, de qué manera
te comiste mi pasión
mientras contemplabas extasiado
la escarlata luna que poco a poco
se ocultaba en el horizonte
de mis pechos.

Bajo las ruedas del tiempo
y revestido de fuego
me tocaste suavemente
madurando la viña,
coloreando el poniente,
y saboreando el flujo
del mar de mis adentros.


Fue entonces,
cuando mi alma apretada se fugó
y traicionó mi silencio para decirte,
te quiero.



NO TEMAS DE MI SILENCIO


¿Que por qué he callado?
Porque a distancia,
arrullaba con los flecos de mi voz
tu esencia.
Porque estaba sepultando
en las entrañas de la tierra
el silencio que llevaba atado
en la humedad de un llanto
no aflorado.
Porque estaba entretenida
tejiendo con amor
el futuro que paciente nos espera.

Y vengo a ti, concebida por el tiempo
y desde el fondo de mí misma,
para entregarme al refugio de tus brazos
y a tu mirada protectora,
de donde nace un nuevo sol
y un bellísimo paisaje de horizontes.

No temas amor de mi silencio
ni del éxtasis oculto de mis ojos
que preservo pudorosa
para amarte.

No callemos más las voces
en horas infinitas.

¡Te amo!
Con el grito abierto de mis ojos,
y desde el silencio
que ahora tiene voz a tus oídos.

Todo mi agradecimiento, mi admiración y mi cariño, a mi buena amiga y gran poeta Maria BlancaNieves Covalles, poeta mexicana, por permitirme publicar estos dos hermosisimos poemas, donde se puede encontrar la belleza y la pasión contenidas como contiene la biznaga de jazmines la pureza de la blancura y el aroma de su espiritu. Que sepa todo el mundo que ante todo la quiero mucho y la admiro como escritora. Creo que todo el mundo, la que no la conozca, debe conocerla. Gracias Maria.


lunes, 8 de febrero de 2010

LA PALABRA


La palabra, a veces,
olvida sus heridas,
y marcha por el camino de la escritura
anunciándose de ti
como un clarín áureo
entre el filo del planeta y las estrellas.
Va recogiendo flores,
alabanzas, júbilos, auroras,
vertiendo sus vocablos
entre otros hallazgos verbales
como rauda paloma que intrusa mano
arrebatara a los paisajes vidriados.

Desoye al invitado de la fiebre,
al dolor que todavía
no se ha convertido en dentadura,
al sueño, avasalladas las pasiones,
que yace, pendiente de oráculo,
alrededor de tu cuello.

Cuando el codo de la envidia
oprime los ijares,
aprieta las distancias de ti.
Cuando esa palabra resuena vana,
carente de resplandores,
tropieza en la zancadilla,
se hace minucia entre tanta frase,
siente con premura
el filo de la tijera tenebrosa,
entristece su rostro,
se vuelve taciturna
y fenece entre voces y ecos,
arrinconada -solo pensando en ti-
consciente de las sangres
tiempo ha vertidas como lluvia.

viernes, 5 de febrero de 2010

AUTORIZACIÓN DE OLVIDO

(A Ana Muela Sopeña, gran poeta, mejor amiga)

Autorización de olvido



No hay que doblegarse ante el infortunio,
ni alimentar el estado taciturno,
el despojamiento de los élitros de la fantasía.
No hay que resignarse a comprender
el temblor del vencido,
a conformarse con el asco
que estraga con desorden irreal
el placer de la tierra cubierta por las hojas.

El naranjo vive en ti y tu existes a su sombra
y las lagrimas son diamantes
a los que los náufragos se amarran
para mantenerse en el fondo
de los inoportunos errores o de los íntimos desastres.

Permite leer a tus rincones,
ábrele el techo a tus pesares
y que entre el sol hasta lo mas recóndito.
Verás que todos los días amanece,
que la yedra de las arrogancias se doblegan,
que tus manos trazan la escala de la mesura
y surgen de la espesura las besadas frutas.

Permite que vuelvan a volar los abejarucos,
azules y armoniosos, del espíritu,
que de las flores blancas y diminutas
tornen a reverdecer las arzollas
y vuelva la imantación de los elixires del amor.

Nada hay en el invierno
que no haga presumir las excelencias de la primavera.

Hoy siéntete generoso, magnánimo,
concédete licencia amplia;
hoy, otórgate autorización de olvido.

jueves, 4 de febrero de 2010

CUANDO PASE EL TIEMPO. POEMA 41


41


Cuando pase el tiempo
alguien dirá que lo perdí,
lo malgasté, que las horas se me fueron
en puro artificio, en engaño
de mi mismo, en insomnes amaneceres,
que todo lo eché
en vigilias agotadoras,
vencidas ya mis armas,
a merced de mis derrotas
y a merced de todo lo que perdí
y me empeñé en revivir
con aciaga obstinación.

Mas hoy,
cuando la mañana se ha abierto
como una flor engalanada
y la nieve refulge en la cumbre de las montañas,
solo acierto a cantar cuanto amo,
a fantasear con tu aliento,
a resucitar con tu voz,
y si eso es perder el tiempo
que se pierda mi sombra incierta,
se pierdan mis palabras
y de mi hasta el recuerdo se pierda.

miércoles, 3 de febrero de 2010

ALMA LIBRE



Alma libre

Alma que te exilias del cuerpo,
queriéndolo,
susurrándole
que debe morir si toca morir,
alivia sus temores,
susúrrale
que sepa arder en el amor
para alzarse de las cenizas,
escalera de mariposas,
sobre las miserias,
sobre los huesos doloridos,
sobre los trozos que de ti aún chispean,
bajo la noche enardecida,
sobre los eslabones de las cadenas
que no te permiten volar
libre y fugitiva.

lunes, 1 de febrero de 2010

CUANDO PASE EL TIEMPO. POEMA 31


31


Cuando pase el tiempo
y revise el balance de mis vigilias,
las altas noches al borde de los ojos,
los altos ventanales expectantes
por donde llegaría el portador de la luz.

Yo, amante de lo nocturno, de sus misterios,
de sus silencios, de sus paisajes lunares,
de sus mundos e inframundos,
de sus constelaciones desplegadas;
yo, el atento a las pisadas de las almas,
el que nunca llevó bien tu lejanía,
siquiera fuese en tu sueño.

Cuando ojee el libro de mis vigilias
el corazón se abrirá como un sudario,
un sudario amaneciendo;
y será Dios una cosecha de espinas,
un huerto de olivos alfombrado de cálices,
porque la lucha con el misterio
siempre ausenta y ausentó mi sueño;
y será la muerte y todas las pandemias
un ejército desatento e inquisitivo
con un capitán oscuro y ciego
en cada una de las noches.

Mis vigilias.
No hay campo de lirios
lo suficientemente extenso
que pueda cubrir tanto sepulcro
como murieron/ resucitaron
mis vigilias.