ES POSIBLE (POEMAS TURINESES)

Es posible

Es posible enraizar y crecer alto,

desbordadamente, tal savia sangrienta

sobre la rosaleda de las fuentes.

Sí, es posible

que lo gestado hondo y desnutrido

se reproduzca, único y a tientas,

en fruto agraz y desprovisto de su muerte.

Interminable, y ascendiendo

sobre el aire sin límite de la esperanza,

es posible extender lo no cantable,

la luz nacida de lo oscuro.

Es muy posible,

es posible que nadie pare en ello,

que todo se consuma cual devino,

y el ciclo de la vida se cierre y se cumpla.

-Toda resurrección

lleva en su entraña germinal

un eco pálido de muerte,

de indefectible fenecer-.

Pero digo que es posible,

y que la verdad de lo oculto

abre el espíritu

como la piel de una manzana

que al cabo no pudiera

contener su semilla viva e imperecedera.

Sí. Es posible.

Digo que es posible.

PAISAJE

Paisaje

A un lado, las barquillas lacustres,

al otro, el mar de parafina,

en medio, el faro rojo y blanco.

Paisaje sobrio para una mañana

de incordio, de nubes ruidosas,

de tabaco que embronquece la garganta,

y ahora, esta lluvia tenue

que triza el cielo en sus charcos.

¿Para donde voy? ¿Un café,

a contemplar el vaho en los cristales?

¡Decidido, a la playa¡

Las pisadas estrujan la arena.

En el rompeolas hay un pez muerto.

Tumbado, siento el aire y el mar.

Definitivamente, ya soy paisaje.

SILENCIO (POEMAS TURINESES)

Silencio

Hoy, en estos momentos

-en que tantas palabras

se avientan en espejos de abundancia,

en que , ilusorias y prolíficas,

amenazan inundación,

(hasta salirse de los márgenes)-

cabe enfrentarse, lúcidos,

al silencio del canto

impuesto por el mirlo en la mañana.

E insistimos con otras letras,

con otras imágenes,

con la desposesión de todo espíritu,

para que todo siga funcionando,

para que el sol encuentre el fruto;

el verbo, la sangre no reconocida;

y se reavive el hálito

de todo lo ya creado.

Y para tan extraño cometido,

sólo se cuenta con un tiempo de mentiras,

de oscuridades, de retornos,

en que se niega la prístina llama

de todo lo que fue original sentido

de la luz y la sombra.

Hoy, sólo tras la ausencia de la propia palabra,

se hace la verdad que aporta más verdad,

que se revela.

Digámoslo y callemos.

¡Silencio!

LA PRIMAVERA

La primavera,

latente bajo el légamo,

restalla en círculos.

Intuye el aire
luz y renacimiento,
queda, la vida.

El último haiku es obra de Ío, amiga y escritora cántabra, de la cual tengo el honor de recibir esta hermosa colaboración. Qué juntos permanezcan en símbolo de la amistad.

DESCENSO

Descenso

Desciende al irisado resplandor

del pez que mora bajo el agua,

desciende tú

a lo que gira y nunca debiera morir

con la luz que, en el fondo,

resiste la mortal oscuridad

del limo.

Ven,

despierta,

y reconócete negado para la sombra.

BAJO LAS LUCES DE UNA LÁMPARA (POEMAS TURINESES)

Bajo las luces de una lámpara

                                    A Cesare Pavese, Primo Levi y Emilio Salgari

Que me perdone lo casual por llamarle hallazgo,

que perdone el hallazgo por llamarle coincidencia,

que me disculpe la tristeza si le pinto una sonrisa,

que el tiempo no se enfade si lo suplanto por el aquí y ahora,

que el amor me perdone por ser a veces olvidadizo.

Perdóname tormento si , como Pedro, te niego tres veces.

Madrugador, perdóname por mi vigilia insomne.

Que me perdone el sol si me envuelvo con las tintas de la noche,

que me sufra el misterio si me oculto en sus costillas,

que me disculpe todo si hago densas las estrellas

bajo las luces de una lámpara.

Porque todas las cosas deberían ser ágiles, ligeras,

y, sin embargo,

me pesan los gigantes que se sientan sobre mí.