Paisaje
A un lado, las barquillas lacustres,
al otro, el mar de parafina,
en medio, el faro rojo y blanco.
Paisaje sobrio para una mañana
de incordio, de nubes ruidosas,
de tabaco que embronquece la garganta,
y ahora, esta lluvia tenue
que triza el cielo en sus charcos.
¿Para donde voy? ¿Un café,
a contemplar el vaho en los cristales?
¡Decidido, a la playa¡
Las pisadas estrujan la arena.
En el rompeolas hay un pez muerto.
Tumbado, siento el aire y el mar.
Definitivamente, ya soy paisaje.
y en paisaje conviertes las palabras!
ResponderEliminarenhorabuena
saludos!
Raúl
Y qué gratificante es formar parte de ese paisaje, Perfecto, ese paisaje que vuelven a crear tus versos. Me ha encantado el poema, que por cierto tiene un ritmo fantástico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Formar parte del paisaje es un'Acontecimiento'.
ResponderEliminarExcelente la resolución del texto,Perfecto.
Me encanta tu descripción.
Cariños:
Elsa.