Foto de internet
Como cuando
El alma antigua, mi amada, quiere que sea
como la flor de un invierno, enclaustrado
cual pájaro que está retenido en su dorada prisión.
Te deseo como desea el altozano
la esbelta figura del valle,
y como la tierra espera la lluvia,
así te espero, concentrado y fecundo.
Salgo a tu encuentro en los crepúsculos,
casi sin luz, deshilando tela de bolsillos
y mirando las nubes del cielo oscurecido,
y ahora, alegre, escucho la llave en la puerta y oigo
tus pasos, y llegas silente
a quedarte conmigo hasta mañana.
Entonces, el alma feliz
se refugia en el tálamo cálido
como cuando ha nevado
y las calles se cubren de nieve.
PERFECTO HERRERA