CORAZONES EN SOMBRA

A Ana Muela Sopeña

Incluso bajo
la corteza de los naranjos,
donde las tortolicas picotean estrellas
y los topos buscan dudas insidiosas,
los interrogantes pueden ser dolientes.

¿Pero de qué
profundidades nacen
esas hiladas de almas en desconsuelo
que hacen flamear los ojos enrojecidos?

Este es el pavo real
que muestra la magnificencia
del alma humana.
Multicolor es el reflejo
de las brumas en que el escalofrío
se burla
de nuestras espaldas desangradas.

Todo esta plateado por una luna
que desclava los clavos del recuerdo
brotando los dientes de las cumbres
entre los molinos de agua turbia
que muelen,
del vuelo de retóricas zumayas ,
corazones en sombra.

LA ESPIGA AZUL

Veo todas las naves partir.
En el horizonte, las gavinas se alejan
con los colores del lívido atardecer.
Nada puedo hacer para retener las nubes
posadas en las montañas.

La soledad es una puerta por donde entro a todas las tristezas,
y el nombre de las mujeres que amé
hace temblar mi corazón.

Mis manos no han de esperar, levantan vuelo,
sobrevuelan la bahía, y mientras se elevan,
el alma muere y se precipita
tras la última espiga azul del ancho mar.

A SALVO

…Si pudieran construirse ciudades en los cielos,
alumbrarlas con fanales.

Vivir en los cielos,
poblar los cielos de árboles,
tus aceras de alhelíes.
Si pudiéramos plantar órdenes
y esperar
que sean obedecidas por las nubes,
por tus recuerdos, por tus deseos.
Sería como volar.
El tiempo engrandecería,
el suelo se alfombraría
de hormigas: miles de ellas.
¡Tocar nublos, celajes para todos,
para nosotros más: moya de pan!
Haríamos fiestas con ellos,
huertecillos, vehículos alados
con que volver a ti para de amores
aprovisionarnos.
.
Estaríamos a salvo de tus ojos de sombra,
del estrépito de las estrellas,
del derrumbe de viejos olvidos,
de las culebras de la memoria
que nos congregan con sus trisagios,
allá abajo, en las gándaras.
Estaríamos siempre a salvo,
nadie nos mancillaría.
Siempre podríamos saltar,
lanzarnos en paracaídas:
a una pena,
a una aciaga sorpresa, un salto al aire.

Si,
sería grande vivir en el cielo,
siempre contigo, siempre a salvo del desamor,
siempre en peligro urgente de la dicha,
siempre con miedo a ser lacerados con una felicidad.

POEMAS DE ESMERALDA MARTÍ

Pan de ayer

Lleva sed de trigo en las venas oscuras,
escondida,

lleva hambre en los ríos claros,
en las sienes,
quieta.

Y un poco de dolor en los costados.

En la alforja, pan de ayer,
migas negras,
vergonzosas.

E.S.M

Llenaron


Llenaron, como pájaros,
el robledal azul

Inundaron
de sílabas los surcos,
de abrazos
la charca llena,
de presagios
la tapia y la muralla.

Alborotaron almohadas,
encendieron
flores en los frutales

Sacaron fotos al sol

Abrieron
todas las ventanas
para esperar

Navegaron
por los recuerdos gratos
y por los desvelos

Curaron
las heridas necesarias

Tuvieron
que salir volando luego
a los nidos de costumbre

Llenaron
la maleta de vientos nobles
de brotes de luz
que durarán
hasta el próximo viaje.

E.S.M

Bailará


Cuando roce la tierra
saboreará
el placer del terremoto,
escurrirá
la tinta con los pesares escritos
en la grieta más profunda,
lavará
las heridas
en el agua que mana del pozo
esperará
la noche
sentada en el banco mojado
del parque.
Bailará,
por fin,
entre las rosas dormidas
del amanecer.

E.S.M

Viajera

Ella pudo bañarse
en las aguas dulces,
flotó entre nenúfares
y hojas muertas,
bebió peces de gominota
creyéndose sirena
fluctuante.

Se decidió, por fin,
a comprar aquel billete
sin regreso.

Y no volvió más
a la estación azul.

Entregó sus párpados
a la ventana viajera,
al cuaderno de bitácora
que respiraba plomo y plata
en el apeadero de los sueños.

E.S.M. ABRIL, 2010

Hoy presento a Esmeralda Martí, poetisa salmantina y amiga. Con eso debería de bastar, porque esa tierra siempre ha dado buenas cosechas, muy buenas cosechas. Pero quiero añadir, que desde el primer día que leí a Esmeralda, mi curiosidad por sus versos ha ido creciendo. He visto muy delicadas flores entre sus letras, una hermosa sensibilidad y un gran gusto en los temas que toca. Me sabe muy bien poderla presentar a todos mis amigos. Creo que será un goce poderla descubrir para quienes no la conozcáis.

Su blog es el siguiente: http://esmeraldamarti.blogspot.com/

Gracias, Esmeralda, por haber querido estar entre mis letras.

CUANDO PASE EL TIEMPO. POEMA 39

Cuando pase el tiempo
los cristales rotos de la memoria
nos ofrecerán mil mundos
donde recrear las vivencias y los olvidos.

Quizás, ensimismados
en el azul silencio del recuerdo,
no oigamos el zumbido de los insectos,
la cadenciosa sonrisa de las aguas
o tu inmovilidad abandonada.

El tiempo ido será un torrente
amenazando la placidez de la mañana
y se sucederán los días y las noches
enturbiando la límpida aurora
de tu pulso y de tu presente.

Ya la paloma no será
sino el trasunto de un aleteo blanco,
el sol, la cabellera rubia
de una mujer entrevista en el bosque,
el mar, mil caracolas sonoras
pobladas de barcos varados en los arrecifes,
la puerta de tu casa,
mil jazmines empapados de noche y oscuridad.

Ya nada será sino el recuerdo,
sino el olvido, sino la presencia sutil
que nos provoca un reflejo.
Ya no serás sino las mil imágenes que fuiste,
las mil manos que vi día tras día,
ya no serás sino tus ojos eternos
mirándome desde siempre
a través del túnel de las hojas,
a través de los árboles
bajo los que te recuerdo paseando.

El poder de la evocación
te habrá suplantado,
y la sustancia de las cosas
no será sino sueño, quimera,
extraño resultado de una reacción química
macerada con el tiempo callado

de campanas que silenciaron los siglos.

DONDE HABITE

"Donde habite el olvido"

Luis Cernuda

Donde habite el olvido,

donde la memoria

ya no me pertenezca,

donde todos los nombres

sean pájaros lejanos.

Allí ponga su reino

y halle reposo y luz

la flor de mi tristeza.

Donde habite el olvido,

donde sea yo ceniza,

ya yerta, ya ocelada,

donde yo ya no sea yo,

sino sombra y vestigio

de un tiempo inexistente.

LA NEREIDA DE VELA BLANCA

A Fátima Herrera Amate

En mano trasparente una flor roja,
mientras, etérea, danza, danza y danza
en un ayer que ya no es.
Se fue la niña,
se fue la muchachita,
y regresa y nos anda la mujer
en delicado paso por entre un lago de cisnes,
en equilibrios gráciles,
sutiles, finísimos.

Va esparciendo sus dones al sonreír,
espanta las desgracias con sus pies,
y si solloza, ¡ay si llora!
si deja caer únicamente
una lágrima de cristal,
ruge una jacaranda en mí
de púrpura y escalofríos,
una arboleda turbia,
un humo en interiores del pasado.

¡Suerte fue verte nacer, existir,
gozo saberte tan llena de bienes,
todavía resuelta en tiempo,
todavía plantada en lo que puedes ser,
fragancia del presente,
nombre de destello único,
gran trazo de mi sangre,
pasión paterna siempre viva,
diamante puro entre alhajas
de auroras claras, limpias!

¡Fátima,
ojos en que dormita la noche del desierto,
perspicaz, graciosa, agraciada,
hija mía,
tuyo es todo el futuro,
mío es, y solo mío, tu presente.