Cuando pase el tiempo
los cristales rotos de la memoria
nos ofrecerán mil mundos
donde recrear las vivencias y los olvidos.
Quizás, ensimismados
en el azul silencio del recuerdo,
no oigamos el zumbido de los insectos,
la cadenciosa sonrisa de las aguas
o tu inmovilidad abandonada.
El tiempo ido será un torrente
amenazando la placidez de la mañana
y se sucederán los días y las noches
enturbiando la límpida aurora
de tu pulso y de tu presente.
Ya la paloma no será
sino el trasunto de un aleteo blanco,
el sol, la cabellera rubia
de una mujer entrevista en el bosque,
el mar, mil caracolas sonoras
pobladas de barcos varados en los arrecifes,
la puerta de tu casa,
mil jazmines empapados de noche y oscuridad.
Ya nada será sino el recuerdo,
sino el olvido, sino la presencia sutil
que nos provoca un reflejo.
Ya no serás sino las mil imágenes que fuiste,
las mil manos que vi día tras día,
ya no serás sino tus ojos eternos
mirándome desde siempre
a través del túnel de las hojas,
a través de los árboles
bajo los que te recuerdo paseando.
El poder de la evocación
te habrá suplantado,
y la sustancia de las cosas
no será sino sueño, quimera,
extraño resultado de una reacción química
macerada con el tiempo callado
los cristales rotos de la memoria
nos ofrecerán mil mundos
donde recrear las vivencias y los olvidos.
Quizás, ensimismados
en el azul silencio del recuerdo,
no oigamos el zumbido de los insectos,
la cadenciosa sonrisa de las aguas
o tu inmovilidad abandonada.
El tiempo ido será un torrente
amenazando la placidez de la mañana
y se sucederán los días y las noches
enturbiando la límpida aurora
de tu pulso y de tu presente.
Ya la paloma no será
sino el trasunto de un aleteo blanco,
el sol, la cabellera rubia
de una mujer entrevista en el bosque,
el mar, mil caracolas sonoras
pobladas de barcos varados en los arrecifes,
la puerta de tu casa,
mil jazmines empapados de noche y oscuridad.
Ya nada será sino el recuerdo,
sino el olvido, sino la presencia sutil
que nos provoca un reflejo.
Ya no serás sino las mil imágenes que fuiste,
las mil manos que vi día tras día,
ya no serás sino tus ojos eternos
mirándome desde siempre
a través del túnel de las hojas,
a través de los árboles
bajo los que te recuerdo paseando.
El poder de la evocación
te habrá suplantado,
y la sustancia de las cosas
no será sino sueño, quimera,
extraño resultado de una reacción química
macerada con el tiempo callado
de campanas que silenciaron los siglos.
Maravilloso poema sobre el paso del tiempo que hace trizas lo vivido.
ResponderEliminarReflejos dejará, de memoria o de olvido; imágenes diluidas en el fondo del alma.
Pasa el tiempo como torrente que lo lleva todo.
Precioso.
Un cordial abrazo
Me gustan todos los de "cuando pase el tiempo" pero creo que éste de hoy un poquito más, bellísimo.
ResponderEliminarAbrazo fuerte.
Cuando pasa el tiempo se descubre el amor, no la ilusión pasajera que nos acompaña un par de horas. El amor verdadero late apesar de las huellas y el oxido del tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me quedo aquí:
ResponderEliminar"El poder de la evocación
te habrá suplantado,
y la sustancia de las cosas
no será sino sueño, quimera,
extraño resultado de una reacción química
macerada con el tiempo callado
de campanas que silenciaron los siglos."
Así sucede, querido amigo, el paso del tiempo nos conduce a quimeras suplantadas en el pasado.
Caballero, o mago, vuesa merced formula conjuros mágicos al escribir, y yo me hechizo al leerlos.
Abrazucos y besicos
Ío
"el azul silencio del recuerdo-olvido."
ResponderEliminarUn texto con profundidad conceptual y belleza.
Un fuerte abrazo:
Elsa.
Perfecto...
ResponderEliminar"macerada con el tiempo callado
de campanas que silenciaron los siglos."
que intenso el eco de lo eterno... que intenso amor!
precioso!!!
me conmueve leerte amigo querido!!!
hermosos días!!!
beso!!
(en mi galería caricias para el alma... hay un diploma que me gustaría compartir por cumplirse un año de mis Letras...
es el Nº 25... pasa a buscarlo cuando quieras... te lo ofrezco con todo cariño...)
Un escrito tan intenso y diáfano, como el silencioso eco que lo inspira. Otro acierto de una pluma que reúne en sus vuelos, nuestros intentos. Un fuerte abrazo amigo.
ResponderEliminarEsmeralda Martí
ResponderEliminarGracias, Esmeralda por tus palabras. Me alegra que te guste este poema.
Un abrazo
Paloma Corrales
ResponderEliminarQuerida Paloma, me agrada saber que te agrada este poema en particular. Yo no las tenía mucho conmigo.
Un fuerte abrazo.
Taty Cascada
ResponderEliminarEl amor siempre inventa su infinito, aún sea en la evocación del mismo.
Un abrazo.
Ío
ResponderEliminarMi muy querida Señora, el tiempo todo lo transforma. Hoy sabemos que el tiempo no es inalterable ni es nunca el mismo. De alguna manera tiene que influir en el amor.
Un delicia sentir su presencia por estos lares.
Besos.
Elsa Tenca Mariani
ResponderEliminarAgradecido por tus magnificas palabras. Vayan mis saludos a esas tierras tan queridas, donde tantos amigos empiezo a tener.
Un fuerte abrazo
Ursula
ResponderEliminarGracias, Ursula, por tus amables palabras. Me agrada que te guste este poema.
Ya me pase por tu galería, y como podrás comprobar, ya luce en mi blog tu diploma, por el cual te doy las gracias, máxime porque se que lo ofreces con cariño.
Un abrazo.
Eli
ResponderEliminarGracias, Eli, por regalarme estos destellos de tu pluma. Son regalos que recibo complacido.
Besos.
Es una recreación muy bella. Mucha sensibilidad y comunión poética con la realidad.
ResponderEliminarTe he encontrado a través del blog de Ana Muela.
UN SALUDO.
víctor (el gato estepario)
ResponderEliminarBienvenido, Victor. Espero que nos siguamos viendo en el tiempo. Te visitare en tu espacio.
Gracias por tu amable comentario.
Ana Muela es ya una vieja amiga.
Un abrazo.
Magnífico poema: contenido, elegante y retóricamente bien elaborado. Aquí siempre encuentro buenas lecturas.
ResponderEliminarUn abrazo
Lucanor
ResponderEliminarBienvenido a tu casa.Gracias por todos esos elogios. De verdad que me alegro que te agraden.
Un abrazo.