HOSTILIDADES
Agazapadas visiones de hostilidad
vierten chorros de bisturíes
haciendo ciegas las luminosas controversias
e irrealidad pululante los arpegios.
Embriagueces pretenden vivir los tiempos,
mitad al aire, mitad en tierra,
hilvanados allí donde transcurren
ríos de peligrosos holocaustos
que crispan el arco del sol
y disparan flechas de glaciar borrachera
como estilográficas que vuelven las aguas, tinta,
y las puertas, espacios cerrados a la voluntad.
Todo se convierte chapoteo de torpe tortuga.
La luz del crepúsculo
nos da la espalda,
y se vuelve, entristecida,
a un lugar de mas razonable claridad,
por si no amanece con el alba.
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Te había puesto un comentario pero no me lo acptó, no sé porqué.
ResponderEliminarTe decía que mientras el ser humano no se muestre como tal la paz está muy lejos.
La hostilidad está agarrada muy fuerte en la raíz del alma humana, no ve luz,. solo sombra y mientras más apegada a los intereses más oscuro el futuro.
Amigo mío es un placer venir a leerte, te doy mi amistad, mi apoyo literario y mi respeto.
mepm
El poema se hace al lado de su título; no sé cual fue el primero, pero sí, hay hostilidad en tus versos, no en ellos, sino en lo que hacen sentir.
ResponderEliminarTambién belleza, pero casi sobra decirlo.
Un abrazo, Perfecto
Ío
María Eleonor Prado Mödinger
ResponderEliminarPretendemos seguir viviendo de espalda a los conflictos del mundo, y los mismos se hacen renuentes en nuestra visión y en nuestra conciencia.
Apena contemplar que la humanidad no va hacia adelante, sino que permanecemos con pernitaz saña repitiendo una y otra vez los errores y la barbarie.
Gracias, amiga mía, por tus palabras de apoyo. Te quedo a la reciproca.
Un abrazo.
Ío
ResponderEliminarHola, Ío
Hoy hay hostilidad: en mí, en mis versos, ..en el mundo.
Así solemos responder los hominidos: siempre con hostilidad. No aprendemos nada. Hasta que llegue el momento en que la Tierra nos borre del mapa.
Nos queda la belleza. Quizás sea lo unico por lo que merezca la pena luchar. No sé.
Un fuerte abrazo, desde esta orilla de este mar,otra vez en guerra.
Agárrate fuerte, amigo mío, no dejes que te gane la partida.
ResponderEliminarQuédate en lo hermoso, en lo que más cerca esté de ti, no mires lo otro, tratará de engañarte.
La mar tiene días de guerra, otros es balsa de aceite; son dos miradas distintas, las dos son bellas.
Otro abrazo para ti, besos también
Ío
Querido amigo:
ResponderEliminarEL TÍTULO ES TU DEFINICIÓN!
EL DISCURSO POÉTICO,ES EL SELLO DE TU ESTILO.
ÉLUARD DIJO QUE EL ALBA DISUELVE LOS MONSTRUOS.
UN ABRAZO:
Elsa.
NOTAS:
a) me encanta tu nueva portada
b) tu acompañamiento en el blog me reconforta.
Ío
ResponderEliminarMi estimada Señora, sus palabras son siempre gratas. Y tienes razón, persigamos la belleza. Con ella vendrá todo lo demás. Confiemos.
Otro abrazo
Elsa Tenca Mariani
ResponderEliminarEstimada Elsa:
Gracias por tus palabras, siempre amables y generosas.
Y ojala, Paul Éluard tenga razón.
Me alegra que te agrade la nueva portada. Aquí ya ha comenzado la primavera, y ha sido un gesto para el inicio de una nueva etapa.
Y mis humildes comentarios a tus creaciones, no son nada más que una tímida aportación a tu gran quehacer poético. Tienes en mi consideración el rango de Gran Poeta, y para mí es siempre motivo de regocijo y curiosidad leer cuanto escribes. Admiro en la poesía de nuestro tiempo ante todo la inteligencia y la sensibilidad refinada y sobria, y todo ello lo encuentro en la tuya. Te aseguro que no es un elogio: considero tu poesía una de las más interesantes de cuanto se puede hoy encontrar, en papel o en la red. El tiempo terminará por darme la razón.
UN ABRAZO:
No aprendemos de los versos antiguos ni de las viejas guerras, a veces me pregunto si tenemos aún un ápice de memoria. Un bello canto a la esperanza si aún nos queda algo de ella...
ResponderEliminarPreciosos versos, Perfecto.
Besos.
Siempre hay que mantener la esperanza, por mas dificil que sea. Es una lucha con la propia naturaleza humana. Para nada estoy de acuerdo con el concepto de Hobbes. Creo en la bondad del ser humano, a pesar de los pesares.
ResponderEliminarUn abrazo, Eva.