martes, 8 de marzo de 2011
ME FUI AL MAR
ME FUI AL MAR
Me fui al mar, soñé en sus orillas.
Alcé su rostro líquido,
los oros y turquesas de su luz.
Necesitaba ir a las profundidades,
a las piedras pulidas, al nácar de sus conchas,
a los poliédricos azules de los peces,
a los tornasolados tonos de sus caracoles
a las luces de brillos plateados de las escamas,
al remansado bamboleo del movimiento marino.
Me miró el ojo fijo del tiburón,
danzaron para mi los congrios, los caballitos de mar,
las algas de húmedos verdes.
En todo hallé paz, sosiego, inconmensurable belleza.
Las sirenas cantaron para mí arias sonoras
de lúbricas melancolías entre los bajíos.
Las ánforas de bajeles hundidos me trajeron noticia de viajes lejanos.
De nuevo el mundo de los hombres, presente siempre,
escondiendo en el mar sus quehaceres frenéticos.
Cuando las maravillas abisales
colmaron los anhelos de dulces alivios,
retorné a devolver la tersa clámide a la mar atardecida.
Ya me iba sosegado.
Solo el oleaje y su rumor, llevaba.
La voz de la gaviota -breve, dolorosa-
volvió a traer mi punzante presente
en los soplos del viento que me acompañó
a las gélidas soledades
de donde vengo.
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Precioso y profundo poema
ResponderEliminartan profundo y maravilloso como el mar.
Eres la naturaleza personificada
Gracias por acercarnos a ella.
Soñaste en sus orillas...intensamente.
ResponderEliminarY la realidad siempre irrumpe como el espejO.
Me encanta!
Afectos:
Elsa.
www.po-etica2010.blogspot.com
Qué texto amigo, alto en lírica, docto en léxico, inconmensurable en sus metáforas, es que al mar hay que versarlo con todo el oro que se tenga, con las mejores vestimentas y virtudes; me voy con mis ojos repletos de sodio, de estrellas, de orcas y si me alcanzan los cuartos de esta alma cobijar los caballitos de mar que tanto me gustan.
ResponderEliminarMe emocionó la belleza de este trabajo.
Un abrazo
Estimado Perfecto: Es un extraordinario poema marino, hundiéndose en las profundidades de tu ser.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno
Ya me gustaría a mí disfrutar de esa soledad que versas frente al mar.
ResponderEliminarBesos, Perfecto.
Pura delicatessen. Tan exquisito que hasta se huele el mar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nos traes el mar al alcance de la piel. Hermoso
ResponderEliminarQuerido Perfecto:
ResponderEliminarHermoso poema de amor al mar, en el que te sumerges gozoso para ilustrarnos con todas sus criaturas a las que acarician tus versos. Felicidades, amigo.
Un abrazo
Elvira
Coincido plenamente con Ana Robles,eres la naturaleza personificada.
ResponderEliminarCuida esos ojos de mirar tan bello.Sigue regalándonos lo que ves a través de tus poemas.
Me voy sosegada.Besos***
Precioso leerte y sentirte.
ResponderEliminar"Sentir el olvido perenne del mar" como dice Alfonsina Storni.
Cariños
Hermoso, Perfecto, muy hermoso, y también sentirlo, o sentirte a ti en los versos
ResponderEliminarBesos
Ío
poéticas descripciones querido Perfecto, nos llevas de la mano a esas profundidades originarias
ResponderEliminarbesitos y buen jueves
Decir ¡perfecto! es redundante en tu caso, por el poema, por la música, por todo lo que encierra éste estupendo lugar... y por la magia del contenido. ¿qué más puede decirse?
ResponderEliminarUn abrazo desde Buenos Aires
Ana Robles
ResponderEliminarNuestro mar da para eso y para más. Soy de la misma opinión de Machado: sin naturaleza, y el corazón de poeta también lo es, no hay arte.
Besos.
Elsa Tenca Mariani
ResponderEliminarCualquier excusa es buena para introducirse en el mar. Lastima que la realidad siempre se haga presente.
Siento cierto calorcito con tus palabras. Mil gracias.
Afectos: muchos.
María Eleonor Prado Mödinger
ResponderEliminarRecibo con júbilo tus palabras, y me emociona poder comunicar sensaciones. Es uno de los presentes que nos ofrece la creación. Me alegro mucho haber compartido este poema contigo.
Un fuerte abrazo.
Cristian Marcelo Sánchez
ResponderEliminarGracias, Cristian, por estar al quite, como dice nuestro amigo Pere Bessó.
Otro abrazo desde esta orilla del mundo.
La Zarzamora
ResponderEliminarPues no tienes más que venirte unos días a Almería, y podrás disfrutar de las más profundas soledades y su silencio.
Besos, querida Eva.
Noray
ResponderEliminarBálsamo para el alma, tus palabras. Gracias, amigo.
Un abrazo.
Poetas argáricos
ResponderEliminarQue él siempre nos una, y la belleza también.
Abrazos, estimado amigo.
Elvira Daudet
ResponderEliminarQuerida Elvira:
Nada comparable, mi poema, con la esplendente belleza del mismo mar. Pero tú lo sabes, de tu poesía se destila continuamente.
Hoy estoy contento por poder compartir contigo este poema y te doy las gracias por poder compartir el tuyo.
Me gustaría poder contar con tu presencia en mi blog. Ya me pondré en contacto contigo para pedirte la autorización necesaria.
Un afectuoso abrazo.
Allek
ResponderEliminarHola Allek. Me alegro de encontrarte por aquí. Siempre es gratísimo.
Un fuerte abrazo.
DaliaNegra
ResponderEliminarQué hermoso lo que dices¡¡ Me alegras el día. Que sepas que te sigo asiduamente, aunque no siempre deje comentarios. Tu poesía va creciendo por días.
Besos, mi buena amiga.
Abuela Ciber
ResponderEliminarPrecioso es saberme leído y sentido por ti.
Un millón de gracias.
Un fuerte abrazo.
Ío
ResponderEliminar¡Ah, mi estimada Señora, qué grato es sentir a vuesa merced por estos lares! Vos sabéis cuan bien recibo siempre sus palabras. Que no me falten.
Mi más reverencioso saludo, y mi más profundo respeto.
elisa...lichazul
ResponderEliminarEncantado de mostrártelas. Siempre es un placer compartir contigo la belleza.
Besicos desde esta tierra.
Susana Inés Nicolini
ResponderEliminarTu generosidad es pareja a la alegría que me produce encontrarte entre los bis de mi blog. Sabés que estáis en vuestra casa.
Besos.
No se puede navegar mejor los mares que a bordo de esta nave de versos. Muchas enhorabuenas.
ResponderEliminarSalud
Julio
ResponderEliminarGracias,amigo Julio.
Un abrazo