CUANDO PASE EL TIEMPO. POEMA 16

16


“Cuando pase el tiempo”
es la frase
que desgrana
la granada de los días
saboreándolos grano a grano.

Hay virutas y aserrín
en su trasiego, enervamiento
del aire que en turbión,
sonámbulo y a tumbos,
esparce manzanilla perfumada
por las azoteas y jugueterías.
Hay unos ojos invictos,
grandes como platos,
que parecen venidos del dolor.

Igualmente, es una frase
que encierra miedos atávicos,
ímpetus de haragán
y un inconmensurable deseo
de que el tiempo no sea
como agua entre los dedos,
de que no caiga exánime,
sin frutos, sin al menos
las mondaduras o los huesos
de sus pasos inexorables.

Yo quiero pronunciarla,
repetirla hasta la saciedad,
para que los hombres,
apenas pobres seres semovientes,
no confundamos tan poderosa maquinaria
con las hojas del calendario.

Cuando pase el tiempo,
él, semilla arrojada al surco
que mil azares harán crecer
o agusanará la intemperie,
nos hará volver los ojos
y asombrarnos con sus obras.