jueves, 14 de abril de 2011
CENIT DEL INVIERNO
CENIT DEL INVIERNO
Se prohíbe desterrar
los harapos del invierno,
la torpe luz de la nieve.
Días, semanas sin recuerdos
para salvar las tristezas,
el grito humilde del fuego.
Llueven lentas por los montes
las nubes en que pusieron
doce cruces amarradas
con doce luceros de hierro.
Al regresar los halcones
con sangre de sus adentros
la luz fulgió diamantina
por la arboleda del hielo.
Yo sé bien de su dolor,
de sus sueños y deseos,
de la blanca mariposa
que unta en la noche sus dedos.
¡Vuelen los caballos de aire,
que huyan los ciervos del viento,
que surjan sierpes del agua,
que se alcen fuentes y oteros!.
Su sangre no tinta en rojo,
se pudre con el desvelo,
no hay grillos enardecidos,
todo es silencio y aceros.
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Meu querido amigo
ResponderEliminarUm poema cheio de sentimentos que adorei ler.
Deixo um beijinho
Sonhadora
Será acero y silencio el paisaje, pero el poema tiene toda la luz y la música.
ResponderEliminarMe ha parecido maravilloso.
Abrazos
Es un poema estupendo, Perfecto, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno
Qué vuelen esos caballos y tinten de negro el cielo,
ResponderEliminarque los versos del invierno el poeta versó de aceros.
Besos,Perfecto.
Querido amigo:
ResponderEliminarTodavía habitas el invierno,cuidado con sus restos,hay silencio y roces del combate.
Cariños:
Elsa.
Muy lindo poema. Me hace querer un poco mas el invierno en Buenos Aires y no desear tanto irme al hotel Conrad en Miami ya jeje
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