De aquel tiempo
Volví a verte
tras los instantes consumidos,
tras los instantes consumidos,
entre alondras que, al vuelo,
fueron lluviosas tempestades,
a las miradas fieles de quienes te vivimos.
Volví a verte,
cuando yacía aún en silencio
y las estrellas perduraban
húmedas en mis manos
húmedas en mis manos
Te vi en los misterios circulares
de la noche imantada;
llegabas llena de remiendos invernales
y tu rostro lucía el dorado oro
llegabas llena de remiendos invernales
y tu rostro lucía el dorado oro
del plenilunio.
Me increpaste;
imposible no oír: tus palabras
planeaban sobre mí, sobre mi aliento
que te buscaba desde la pérdida
de aquellos días
de aquellos días
en que tu vida se clavaba a mi vida.
Quién no te acariciaría,
quién podría ausentarse del futuro,
quién dejaría de malherirse
con pensamientos halagüeños,
si, en retornando a contemplarte
en todo,
lo efímero
y lo indeleble,
no hallo sino sustancia de nosotros.
Plas, plas, plas...
ResponderEliminarUna dulce y bella reliquia guardas de aquel tiempo.
Besos, Perfecto.
La añoranza de la pasión se ha vuelto un poema. Bello, aunque nada personal quizá. Tema e inspiración para el poeta.
ResponderEliminarSustancia que busca sin descanso esa luz que la haga llama...
ResponderEliminarMaravilloso
Abrazos
Evocación y quizá sustancia que se corporice??
ResponderEliminarAfectos:
Elsa
Me he quedado sin palabras.Un poema espléndido y esplendoroso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Poema también sobre el paso del tiempo por el amor, imposible el segundo sin el primero que nos va dejando posos de nostalgia en los recuerdos. Muy bello.
ResponderEliminarSalud
Pasa el tiempo, y en el "nosotros" queda el futuro; imposible evitar mirarle, sentirse un poco a su lado, vivirle aunque no sea posible.
ResponderEliminarEs precioso, Perfecto, y triste, muy nostálgico, como si tuviera lluvia dentro.
Un abrazo
Ío