El testigo
El testigo miró
pasar el agua del extenso Po,
como pasan los signos oscurísimos,
los rostros sempiternos,
los cielos de otro país que fuera el suyo.
Por las orillas se marcharon los ojos
a los pardos verdeantes de los montes.
Oyó el rumor del río
lejos, en su perdida juventud,
ahora tormentoso.
Destruyóse aquel sur,
la Vega, aquel solitario álamo,
el tiempo, el olvido, la lejanía.
Brumoso aire se extiende
sobre esta ciudad ajena.
Y con amplio estremecimiento
congregó todo lo disperso,
unió las tardes del otoño,
los numerosos rostros de los amigos,
los amores siempre presentes,
en un único gesto,
sublime, poderoso,
como el constante desvivir del ser.
Volvió el rumor del Po.
Poblóse la mirada de recuerdos.
Quizás el llanto
pueda dar fe de lo sentido.
Más existe una regla de oro
irrenunciable:
siempre hay que venir llorado
cuando se viene al río.
qué karma eso de ser testigo, en todos vive esa sensación, aveces impotente de no poder cambiar en algo lo sucedido
ResponderEliminary si , el río se aliemeta de nuestras lágrimas, porque el agúa aúna nuestras penas
besitos de luz
sorry con las faltas, estoy sin lentes y mis teclas están regastadas
ResponderEliminarme enamoré de tu música así que te la copié
ResponderEliminardisculpa nuevamente las faltas
abrazoso de osita
Querido amigo:
ResponderEliminarPaso a saludarte y a darte las gracias por esta entrada llena de paz y de sentimientos.
Un saludo coridal:
Antonio
O, esperar la belleza de sus riberas para atreverse a llorar...
ResponderEliminarMagnifico
Abrazos
Elisa..lichazul
ResponderEliminarTodos hemos sido presos de la tecnología alguna vez.
Gracias, amiga por pasar. Rayito de sol que nos ilumina.
Besicos.
LA CAJA DE ANBAIRO
ResponderEliminarGracias, Antonio, por esta visita. Hace tiempo que no nos veiamos. Siempre es grata tu presencia.
Un abrazo.
TriniReina
ResponderEliminarLa nostalgia nos lleva a la melancolía, querida amiga.
Besos.
Maravilloso el testigo que tal testimonio poético da. Un placer leerte. Un abrazo
ResponderEliminar"Siempre hay que venir llorado
ResponderEliminarcuando se viene al río" Sí, por lo bueno y por lo malo; para el presente y para el pasado que recordarás en el futuro. Porque el río nunca es el mismo, pero siempre está ahí.
Saludos, Perfecto.
El agua , en cualquiera de sus estados, ha sido y seguirá siendo un "leit motiv" para el poeta. Bellas imágenes donde la vida que proyectas al río, hace presencia a lo largo del poema. La frase que lo dice todo es "... venir llorando cuando se viene al río..."
ResponderEliminarUn abrazo amigo,la melancolía se ha vuelto agua en tu poema.
QUERIDO PERFECTO:
ResponderEliminar-DESDE UN 'NO-LUGAR' EL POETA REUNE TODA LA MEMORIA,SU VIDA,y LLEGA LA NOSTALGIA AL RÍO...
Cariños para ti:Elsa.
Bello poema Perfecto, lleno de melancolía quizás por algún sentimiento que se llevo el río.
ResponderEliminarGracias por tu paso por mi blog, y por supuesto puedes publicar mi poema. Te lo agradezco de corazón.
Por cierto la música de tu blog engancha, me encanta.
Un abrazo muy fuerte.
Perfecto, estoy leyendo estos poemas turineses y me están fascinando. Este en particular me ha producido asombro, porque tiene la marca de la intemporalidad, el cuajo de los grandes poemas. Enhorabuena.
ResponderEliminarPoetas argáricos
ResponderEliminarEl placer es mío, Francisco, de recibir este comentario.
Un abrazo.
Xibeliuss.
ResponderEliminarQué recurrente el río, verdad. Desde Heraclito, los ríos son cada día mas motivo de los poetas. ¡Y mira que ha pasado agua!
Gracias, Xibeliuss, por este comentario al hilo de este poema.
Un abrazo.
Leticia
ResponderEliminarAmiga Leticia, qué comentario el tuyo. Ciertamente, la melancolía es un agua que nos sumerge en el río que todos llevamos dentro. ¿Recuerdas aquello de “nuestra vida son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir”? Ya morimos un poco cada día. Pero es según se mire. Hoy se lleva más el optimismo, hasta en la solución de la crisis económica, según algunos.
En fin, una gran abrazo hasta esas tierras.
Elsa Tenca-Mariani
ResponderEliminarDesde un “no-lugar” dices, y dices bien porque nadie vive más allá de si mismo.
Cariños, Elsa.
ISABEL MIRALLES
ResponderEliminarGracias, Isabel, por este comentario.
Gracias por la autorización. Es para mí un honor.
Me alegra que te guste la música del blog. Soy un amante de la música Armenia.
Un abrazo muy fuerte.
Ramón Ataz
ResponderEliminarRamón, agradezco sean de tu agrado estos poemas, nacidos de un viaje a mí mismo. Sin ningún lugar a dudas, la amistad explica este elogio. Gracias, de todas formas.
Un abrazo.