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Cuando pase el tiempo
Apenas veremos su sombra.
Todo él –el mismo tiempo-
se habrá reducido a recordación.
Cuando nos empujaba en la juventud
Nuestro cuerpo volaba hacia un horizonte
Lleno de crepúsculos prometedores.
Recuerdo uno de sus besos:
Tenía labios alados, y, apenas
Te rozaba la mejilla, huía esquivo
Por la arboleda donde anidaba
La noche y el relámpago.
Luego se hizo indiferente.
Nos hacía creer que cada día
Era idéntico a otro día.
Solo le oíamos pasar
Como si fuese una figuración,
Un abrir leve de ojos.
Escapaba como paso bajo la lluvia.
Pero hubo momentos de gran intimidad.
Su presencia pesaba como un párpado con sueño.
Era eterna su mano, su caricia.
¿Qué quedará de él cuando pase?.
¿Se refugiará en el agua, en el aire,
en el fuego, en la tierra..?.
Creo que lo veremos
Pasar como una sombra,
Una sombra sin cuerpo:
Fuego encendido en la tarde,
Piar de pájaros en el mediodía,
Madrugada todavía silencio,
Noche dormida en tu cama.
Ni tiempo ni sombra:
Solo instante en la escala del tacto,
Solo instante sin tiempo.
Cuando pase el tiempo
Apenas veremos su sombra.
Todo él –el mismo tiempo-
se habrá reducido a recordación.
Cuando nos empujaba en la juventud
Nuestro cuerpo volaba hacia un horizonte
Lleno de crepúsculos prometedores.
Recuerdo uno de sus besos:
Tenía labios alados, y, apenas
Te rozaba la mejilla, huía esquivo
Por la arboleda donde anidaba
La noche y el relámpago.
Luego se hizo indiferente.
Nos hacía creer que cada día
Era idéntico a otro día.
Solo le oíamos pasar
Como si fuese una figuración,
Un abrir leve de ojos.
Escapaba como paso bajo la lluvia.
Pero hubo momentos de gran intimidad.
Su presencia pesaba como un párpado con sueño.
Era eterna su mano, su caricia.
¿Qué quedará de él cuando pase?.
¿Se refugiará en el agua, en el aire,
en el fuego, en la tierra..?.
Creo que lo veremos
Pasar como una sombra,
Una sombra sin cuerpo:
Fuego encendido en la tarde,
Piar de pájaros en el mediodía,
Madrugada todavía silencio,
Noche dormida en tu cama.
Ni tiempo ni sombra:
Solo instante en la escala del tacto,
Solo instante sin tiempo.
Del recuerdo nace el verso,
ResponderEliminarde aquel alado beso
posado,-sin posarse-en la piel
desnuda de los labios.
Y despacito, muy despacio
el transcurrir del sentimiento
se hizo de plomo
y tonose en barro cocido
lo que era arcilla fresca.
Es un placer leerte y saber que puedo fluir con tus versos.
Un beso, amigo mío.
Comienzo a leer tus versos de hoy y al final me llevo una sensación de paz...Gracias por escribir algo tan bello.
ResponderEliminarMuchos besitos Perfecto.
Quizá el tiempo no exista, somos nosotros los empeñados en encorsetarlo, como si eso fuera posible. Quizá es el miedo a nuestr alevedad en el infinito, lo que nos dicta que pongamos nombre a los instantes, largos o pequeños, del tiempo.
ResponderEliminarUn poema muy bello y para reflexionar.
Abrazos
Duna
ResponderEliminarEl placer es mio, Duna. Estupendos tus versos.
Un abrazo entrañable.
Ana
ResponderEliminarSi, la verdad es que su tono es mas suave. Me alegro que te guste.
Besos, amiga mía.
TriniReina
ResponderEliminarEl tiempo, esa dimensión en que solemos medirlo todo,.. hasta los tiempos del amor.
Un abrazo, amiga mia.
Maravilloso poema, Perfecto. Deja una sensación ligera y suave al leerlo.
ResponderEliminarMe gusta esa sensación de que el tiempo es algo subjetivo y más allá del reloj y el calendario existe en nuestro recuerdo, en nuestra mente.
Un beso
Ana
"Cuando pase el tiempo apenas veremos su sombra..."
ResponderEliminarUna meditación estupenda sobre el tiempo.
Nuestra sombra no es la misma que entonces, cuando no había pasado tanto tiempo.
Un fuerte abrazo
Ana Muela Sopeña
ResponderEliminarExiste realmente, en nosotros, en nuestro recuerdo. Realmente lo hemos vivido, y esa es nuestra gran suerte, nuestro milagro, porque en nuestras vivencias pervive todo cuanto amamos.
Un entrañable abrazo.
Jorge Torres Daudet
ResponderEliminarSolo con el paso del tiempo mediremos el alcance de nuestras vivencias.
Gracias por tu visita, buen amigo.
Un fuerte abrazo.