Corso Casale
“Vendrá la muerte y tendrá tus ojos”
Cesare Pavese
He abierto en mí los ojos:
soy las luces de la aurora,
el centro que ya, diáfano, ha despertado,
y los pájaros trazan con su silbo
un dibujo indeleble en mi mente
como en el agua de un espejo.
Soy todo en mí, soy todo y uno.
Asumo la vida y la muerte
como parte de la experiencia,..
..y hoy, nada es más importante
que el contorno de luz de la arboleda
de Corso Casale.
Desnudar el poeta, el interior de sus inquietudes de la mano de la metáfora, es el logro de tu poema. Sea universal el decir de esos ojos en prístina restrospección interior.
ResponderEliminarMi admiración placentera Perfecto.
La foto, espléndida oda a la vida desde la síntesis de la maduréz, cuyo marco es el resultado de la edificación del
hombre-poeta-esgrimista, de la mano de la naturaleza viva.
Ser todo en sí y ser todo uno bajo esa luz de arboleda... Creo que nada define mejor la sensación de plenitud al respirar el aire de la ciudad que los pies andan y el corazón aprehende. Es una magnífica muestra de una intensa experiencia ésta de la serie de poemas turineses, Perfecto. Aplausos.
ResponderEliminarSalud
Leticia
ResponderEliminarTodos, de vez en cuando, aunque debiera ser cada instante, somos muy conscientes de nuestra propia existencia. Eso quiere expresarse en este poema, inspirado en Coso Casale, el barrio donde vivió y se suicido el novelista Emilio Salgari. Para mí fue especialmente entrañable este paseo, por ser Emilio Salgari, el autor del primer libro que formó parte de mi biblioteca.
Gracias por tu hermoso comentario.
Un abrazo.
Julio
ResponderEliminarAmigo Julio, todo surge sereno de la mente, del aquí y el ahora, de la conciencia de ser, y desde ahí, proyectar lo que se siente.
Cuando viajé a Turín, pensé, una ciudad industrial, pero una vez en la ciudad, por sus calles, por la orilla del rio Po, por los bosques de los alrededores, por Superga (Templo donde reside el panteón de los Saboya), cada vez con más fuerza se imponía la presencia de tres escritores, importantes para Italia y para el mundo: Cesare Pavese, Primo Levi y Emilio Salgari. Los tres vivieron en Turin y se suicidaron en dicha ciudad. Ello, junto con determinadas curiosidades que iba encontrando:una placa en una esquina, dando noticia de que Friedrich Nietzsche habia visitado la ciudad, en la que terminó de escribir la Obra "Ecce Homo", la Sabana Santa, etc, fueron preparando un estado de animo, propenso a cierto estado de lucidez y de creatividad. Ha sido una experiencia enriquecedora,pero también tormentosa y gozosa a la vez.
En estos días, donde te sé especialmente afectado por el devenir de la existencia, agradezco tu visita y tus palabras.
Un abrazo, y salud.
Me están gustando mucho tus poemas turineses, los encuentro distintos, sin dejar de ser tuyos.
ResponderEliminarDe este me fascinan los dos primeros versos, "He abierto en mí los ojos;
soy las luces de la aurora".
Te felicito por este poema, Perfecto.
La imagen me recuerda a Viana do Castelo, también existe allí una iglesia en lo alto, que domina toda la ciudad (pueblo más bien), y que se ve casi desde cualquier punto.
Abrazos, mi Caballero
Ío
Nada mas importante que el día a día en la vida.
ResponderEliminarhermoso poema.
un abrazo.
Completamente de acuerdo: vida y muerte son cara y cruz de la misma moneda; lo que vale son los detalles, los momentos.
ResponderEliminarAbrazos, Perfecto
El contorno de la luz es tu LUZ ,Perfecto.
ResponderEliminarPero encuentro en estos textos plenitud,tal vez.
Cariños para ti:
Elsa
A veces un relámpago de luz o una vista en un lugar cualquiera nos abre la mente y nos hace comprender el todo.
ResponderEliminarEnhorabuena señor místico y poeta.
Un abrazo
Ricardo Miñana
ResponderEliminarSiempre se nos olvida que el presente es el único tiempo que existe, y se nos olvida sobre todo vivirlo.
Gracias, por pasar.
Un abrazo.
Xibelius
ResponderEliminarEstimado amigo, mucho de eso lo aprendí allá por Ribadelago y por todo la comarca de Sanabria. Lo que que ocurre es que hay una cierta tendencia, a olvidarlo.
Un abrazo.
Elsa Tenca-Mariani.
ResponderEliminarTodo está en nuestra mente, amiga mía. Somos o no somos. De esa certeza debe nacer la LUZ.
Abrazo con mucho afecto.
Poetas Argáricos
ResponderEliminarExacto, Francisco. En nuestra mente está todo. Solo que hay que ser consciente de ello, instante a instante.
Un abrazo
Ío
ResponderEliminarMe alegra que te estén gustando estos poemas. Tengo puestos en ellos grandes esperanzas. Posiblemente hasta sean un próximo libro: Poemas Turineses. Ya veremos.
El edificio que te recuerda Viana do Castelo, es Superga, una basílica en cuyo sótano esta la cripta de la dinastía de los Saboya. Todo un monumento a la muerte. Lo más hermoso del sitio es el trayecto de subida mediante un tranvía, desde el que puedes contemplar Turín y su valle con los Alpes al fondo.
Un abrazo, mi querida Señora.