LUCENTE STELLA
Surco, color, acorde, enredadera,
árbol de los nervios:
todo es arrastrado por el viento del pensar
hacia la muerte eterna.
El rigor existencial muerde
las hojas de la melancolía,
el bosque de los sueños,
la risa de los troncos carcomidos,
los geranios de la sangre.
Hoy, el zureo de tus palomas en mi oído
es un rumor lejano de llanto en mi corazón.
Hay quietud de sueño en la noche,
un perfil huidizo de tu sombra,
ausente, perdida en mi desvelo.
La duermevela, en su propio quehacer,
se enreda a tu recuerdo,
como si fueses Lucente Stella
Surco, color, acorde, enredadera,
árbol de los nervios:
todo es arrastrado por el viento del pensar
hacia la muerte eterna.
El rigor existencial muerde
las hojas de la melancolía,
el bosque de los sueños,
la risa de los troncos carcomidos,
los geranios de la sangre.
Hoy, el zureo de tus palomas en mi oído
es un rumor lejano de llanto en mi corazón.
Hay quietud de sueño en la noche,
un perfil huidizo de tu sombra,
ausente, perdida en mi desvelo.
La duermevela, en su propio quehacer,
se enreda a tu recuerdo,
como si fueses Lucente Stella
hermosas imagenes se descuelgan de los versos
ResponderEliminarque vuelan al imaginario del que te lee
FELICITACIONES!!
un abrazo de paz
te he dejado enlazado al sidebar del blogger para no perder entradas nuevas OK
Me alegra que te guste.
ResponderEliminarEspero de tu opinión.
Un fuerte abrazo